WORLD REPORT

12 HECHOS SOBRENATURALES INEXPLICABLES POR LA CIENCIA QUE EVIDENCIAN OBJETIVAMENTE LA EXISTENCIA DE DIOS

                  

1. EL CASO JUSTIN SMITH: REGRESADO DE LA MUERTE POR CONGELAMIENTO EXTREMO DURANTE 12 HORAS SEGUIDAS EN LA NIEVE


Un chaval de 26 años que estuvo congelado durante 12 largas horas en la nieve, sin signos vitales de ningún tipo, con la temperatura corporal a 20 grados celsius (hipotermia aguda extrema). La única técnica posible para reanimar el corazón de Justin era través de la maquina ECMO, que es procedimiento médico de oxigenación por membrana extracorpórea. de tal tal forma que permite calentar y oxigenar la sangre. Si ya es increíble volver al vida de después de estar físicamente muerto durante 12 horas, más todavía que no le hubiesen quedado ningún daño o secuela cerebral.

2. EL CASO DE ARON RALSTON: ATRAPADO EN UNA ROCA 5 LARGOS DÍAS

El escalador estadounidense que se amputó su propio brazo, después de quedar atrapado bajo una roca, se recuperó lo suficiente como para contar su historia.

Aron Ralston, de 27 años, en 2003 debió cercenar su brazo con una navaja para salvar su vida, después de permanecer inmovilizado bajo una roca durante cinco días en una remota región del estado de Utah, en el centro occidente de Estados Unidos. «Hice lo que tenía que hacer»
En medio del solitario paisaje del parque Nacional de Utah, Ralston estuvo atrapado 5 días. Describió cómo después de que se le acabara el agua y se diera cuenta de lo que le esperaba, decidió cortarse el brazo por debajo del codo para sobrevivir. La operación le llevó una hora.
Incluso después de la dolorosa amputación, lo que Ralston tuvo que hacer para seguir viviendo requiere una habilidad indescriptible. Tuvo que avanzar gateando por un angosto cañón, al borde de un precipicio de 18 metros, y caminar 10 kilómetros en bajada por el cañón. Cuando se encontró con otros escaladores y miembros de los equipos de rescate, Ralston estaba a sólo tres kilómetros de la carretera más cercana.

Para entonces, estaba deshidratado y cubierto de sangre pero tranquilo. Ralston señaló que durante su agonía se sentía en paz consigo mismo a la vez que deprimido ante la posibilidad de morir, imaginando su cuerpo bañado en sangre antes de que pudiese ser encontrado.

Ahora, ya recuperado, Ralston dijo que no veía el momento de retornar a la naturaleza nuevamente.

3. SUPERVIVIENTES A UN SINIESTRO AÉREO EN LA CORDILLERA DE LOS ANDES


El Vuelo de la Fuerza Aérea Uruguaya 571, conocido popularmente como el Milagro de los Andes, ocurrió el 13 de octubre de 1972, cuando se estrelló en los Andes el avión militar de 40 pasajeros y cinco tripulantes que conducía al equipo de rugby de Old Christians, alumnos del colegio uruguayo Stella Maris con destino a Chile.

Doce murieron a causa de la caída, los sobrevivientes a esta tuvieron que soportar entre otras cosas a la temible Cordillera, treinta grados bajo cero durante las noches y al hambre. Trataron de resistir con las escasas reservas alimenticias que poseían, esperando ser rescatados, pero su esperanza cayó al enterarse por una radio, que se había abandonado la búsqueda. Desesperados ante la ausencia de alimentos y agotada su resistencia física, se vieron obligados a alimentarse de sus compañeros muertos para poder seguir viviendo.

Finalmente hartos de las bajísimas temperaturas, los amenazadores aludes, angustiados por la continua muerte de sus compañeros y la lenta espera del rescate, dos de los sobrevivientes deciden cruzar las inmensas montañas para así llegar a Chile. De esta manera es como el 22 de diciembre de 1972, después de haber estado durante 72 días aislados de todo, el mundo se entera que dieciséis son los sobrevivientes que vencieron a la muerte en la Cordillera de los Andes.

4. EL CASO DE VESNA VULOVIC: CAÍDA LIBRE DE 10 KM DE ALTURA


En enero de 1972, Vesna era una azafata de 22 años en un DC-9 de la JAT (aerolíneas yugoslavas) que despegó de Copenhague con destino a Belgrado. Tras una hora de vuelo, la nave exploto en el aire debido, supuestamente, a una bomba plantada por Ustaša, (un grupo terrorista de origen Croata), partiéndose en varios pedazos el avión sobre las montañas nevadas de la entonces Checoslovaquia.

Vesna quedó aprisionada por un carrito del catering en el fuselaje del avión, y cayó a más de 10.000 metros de altura hacia el suelo, en unas temperaturas de menos de 50 grados bajo cero. Milagrosamente, sobrevivió el siniestro en el que perecieron 27 personas, todos los pasajeros y el resto de la tripulación.

En 1985 obtuvo un Récord Mundial Guinness por sobrevivir «la caída libre más alta sin paracaídas». Ni ella ni nadie se explica cómo pudo sobrevivir al trágico accidente que la dejó en coma durante varios días, le partió tres vértebras y las dos piernas, y le produjo una parálisis temporal. Tras varias operaciones consiguió volver a andar, aunque todavía cojea. Y cuando quiso volver a volar, apenas nueve meses después del suceso, la JAT le dio un puesto administrativo en tierra que mantuvo hasta que «me forzaron a jubilarme antes de tiempo por mi postura anti Milósevic».

5. EL CASO DE FRANE SELAK: SUPERVIVIENTE A UN DESCARRILAMIENTO DE UN TREN


La extraña odisea de Frane Selak comenzó una fría mañana de Enero, en el año 1962. El croata Frane Selak, profesor de música, viajaba de Sarajevo a Dubrovnik por tren. Al menos eso pensaba él. Inexplicablemente, el tren que transportaba a Selak saltó de las vías y terminó cayendo en un río congelado, acabando con la vida de 17 pasajeros. Selak se las arregló para nadar de regreso a la costa, con hipotermia, shock, moretones y un brazo roto.

Un año después, Selak viajaba en un avión de Zagreb a Rijeka cuando una de las puertas salió disparada del avión y el fue succionado fuera de la nave. Pocos minutos después el avión se estrelló; 19 personas murieron. Pero Selak despertó en un hospital, después de ser hallado en un pajar con tan solo heridas menores.

-En 1966 se encontraba en un bus cuando de pronto éste se salió de la vía y cayó en un río. Cuatro personas fallecieron, pero no Selak, quien solo sufrió algunos cortes y hematomas.
-En 1970 estaba conduciendo tranquilamente cuando su coche se incendió. Se las arregló para detenerse y salir del auto justo antes de que el tanque de gasolina estallara y su vehículo fuera devorado por las llamas.

-En 1973, mientras Selak estaba conduciendo su otro carro, una bomba de gasolina defectuosa roció combustible por todo el motor, lanzando llamaradas a través de las tomas de aire. Su único daño: perdió la mayor parte de su cabello. Sus amigos empezaron a llamarlo «Suertudo».
-En 1995 fue atropellado por un bus en la ciudad de Zagreb, pero solo tuvo heridas menores.
-En 1996 se encontraba manejando por un camino en la montaña, cuando, al dar una curva, vio un camión viniendo hacia él. Selak desvió el carro hacia las barreras de la vía, saltó del carro y aterrizó en un árbol, mientras veía su carro explotar 90 metros más abajo.
-En 2003, a la edad de 74 años, Selak compró su primer billete de lotería en 40 años… y ganó más de un millón de dólares. «Ahora voy a disfrutar de la vida», dijo. «Siento como si hubiera vuelto a nacer. Estuvo casado cuatro veces, a lo que declaró, «mis matrimonios también fueron desastres».

Al año siguiente, Selak fue contratado para protagonizar un anuncio de TV australiano para Doritos. Al principio aceptó el trabajo, pero cambió de parecer y se negó a volar a Sydney para el rodaje. ¿La razón? Dijo que no quería tentar a su suerte.

6. EL CASO DE TRUMAN DUNCAN: UN TREN LE PARTE EN DOS

Un hombre llamó a una ambulancia tranquilamente momentos después de que un tren lo cortase en dos. Las ruedas cortaron la pierna derecha de Truman Duncan a la altura del muslo, junto con su pierna izquierda, pelvis y un riñón. Y sobrevivió.

Entonces el hombre llamó a los servicios de emergencia: «Creo que estoy partido en dos». Cuando le preguntaron si fue atropellado, contestó: «He sido yo. Dense prisa, creo que voy a morir». Pese a ello, Truman, de 38 años, se mantuvo consciente 45 minutos esperando asistencia tras caer de un tren en marcha cerca de donde vive, Cleburne, Texas.

El hombre, padre de 3 hijos, dijo: «Quería ver a mis bebés crecer». Su hijo mayor Trey, de 19 años, dijo: «Le dije que lo quería con todo mi corazón y que era el mejor padre que podría desear.» Las heridas fueron tan serias que pocos de los que lo vieron antes de entrar en el quirófano del hospital de Fort Worth pensaron que podría sobrevivir. Los cirujanos estuvieron 3 horas y media salvando la vida de Truman, limpiando suciedad, hierba y arena de sus heridas.

Estuvo en coma 3 semanas y ha sufrido al menos 23 operaciones más. 2 años después, sigue haciendo todo lo que hacía antes, incluso conducir o nadar, y jugar con sus hijos. Dijo que quería inspirar a otros, incluidos soldados heridos.

7. EL CASO DE ROY SULLIVAN: SUPERVIVIENTE ALCANZADO POR UN RAYO EN 7 OCASIONES


Roy Sullivan ostenta el triste record de haber sido alcanzado por rayos unas siete veces en su vida. Sorprendentemente, no murió a consecuencia de ello, sino de un disparo a la edad de 71 años. Este señor llamado «el pararrayos humano» era guardabosques en Virginia, Estados Unidos. Repasemos:

1º: 1942: estando en la torre de observación, le cae un rayo. Pierde la uña del dedo gordo del pie.
2º: 1969: manejando por la montaña en su camioneta lo alcanza otro rayo. Le quema las cejas.
3º: 1970: en el jardín de su casa lo alcanza otro rayo y le quema el hombro.
4º: 1972: mientras trabaja, le cae otro rayo y se le quema el cabello. A partir de allí, empieza a llevar agua consigo todo el tiempo.
5º: 1973: un rayo le cae en la cabeza, lo lanza fuera de su auto, y le incendia el pelo otra vez.
6º: 1974: estando en el campo, ve una nube, le parece que lo sigue, trata de huir pero le pega otro rayo y le lastima el tobillo.
7º: 1977: el rayo final lo alcanza cuando pescaba y le quema el pecho y el estómago.
Por si esto fuera poco, aparentemente a su esposa también le cayó un rayo mientras tendía la ropa en el jardín de su casa. Roy estaba con ella, pero esta vez, increíblemente, no le pasó nada.
Según la revista National Geographic la probabilidad que a uno le caiga un rayo es de una en tres mil. Obviamente el hecho que Roy fuera guardabosques y se la pasara al aire libre influencia un poquito, ¿no?

8. EL CASO SIMON YATES: SUPERVIVIENTE A UNA CAÍDA LIBRE DE 30 METROS


Corría el año 1985 cuando Joe Simpson y Simon Yates se lanzaron al asalto de la cara occidental del Siula Grande en los Andes peruanos. Estaban en plena forma, eran jóvenes y buenos escaladores. La cara occidental, además de remota, era traicionera y nadie la había escalado antes. Al cabo de tres días de ascenso sin sobresaltos, Simpson sufrió una caída corta en la que se rompió varios huesos de la pierna. Conscientes de que no podrían rescatarlos, decidieron descender juntos.
Para conseguirlo, Yates tenía que bajar a Simpson de cien metros en cien metros. Un proceso lento y peligroso para ambos. Sin darse cuenta, Yates hizo pasar a Simpson por encima del borde de una grieta. La pendiente pronunciada se convirtió en pared vertical y ya no tenía donde agarrarse. Convencido de que los dos iban a caer al vacío, Yates decidió cortar la cuerda. Pero Simpson sobrevivió a la caída de 30 metros y consiguió arrastrarse durante tres días hasta el campamento base.

“Me sangraban los dedos debajo de las uñas, tenía la sensación de que alguien me había frotado la cara con un estropajo, me mordía los labios agrietados y con cada movimiento me faltaba el aire, allí uno se da cuenta de que a esas altitudes sólo importa la supervivencia”.
En el año 2004 hizo la película «Tocando el vacío» relatando los hechos.

9. El CASO NEIL JAMES CAMPBELL: ÚNICO SUPERVIENTE DE UN SINIESTRO AÉREO ACABADO EN EL MAR

El vuelo 816 de la PanAm se estrelló en Julio de 1973 nada más despegar de Auckland, en Nueva Zelanda. A los pocos segundos de dejar tierra, el avión se precipitó sobre el mar y murieron 78 de sus 79 ocupantes. Del único superviviente se sabe que se llamaba Neil James Campbell y que viajaba en clase turista.

10. EL CASO DE BAHÍA BAKARI: ÚNICA SUPERIVIENTE DE ACCIDENTE AÉREO


Bahia Bakari pasó más de ocho horas en el mar agarrada de un pedazo de fuselaje. Nunca entendió lo que realmente sucedía, pero tenía miedo de que la atacaran los tiburones.
La francesa de 13 años viajaba con su madre el 30 de junio del año pasado al matrimonio de un tío en las islas Comoras cuando, como ella recuerda, el destartalado avión de Yemenian Airlines se desplomó en el océano Índico poco antes del amanecer. Bahia salió a flote en medio de gritos de auxilio. Luego se agarró de un pedazo de fuselaje y, con dolores insoportables en la cara y la cadera, se quedó dormida. Despertó de día sin poder distinguir la realidad del que había salido del avión. Que tal vez por inclinarme tanto para ver cómo aterrizaba me había caído a través de la ventanilla -dijo en entrevista al diario español El País-. «Pensé que mi madre estaba muy preocupada en el aeropuerto». Pero su mamá y las otras 151 personas a bordo habían muerto. La niña pasó más de ocho horas en un mar que le sabía a gasolina, hasta que un pescador la rescató. Su papá, quien no había viajado con ella por falta de dinero, ya la daba por muerta.

11. EL CASO DE ANATOLI BUGORSKI: SUPERVIVIENTE AL IMPACTO DE UN ACELERADOR DE PARTÍCULAS


El joven investigador Bugorski trabajaba en el Instituto de Físicas de Alta Energía en Protvino, cerca de Moscú. Una mañana de 1978 mientras comprobaba un componente del acelerador de partículas fallaron los mecanismos de seguridad y el cañón de partículas se puso en marcha. Accidentalmente un haz de protones atravesó su cabeza de lado a lado a una velocidad cercana a la de la luz. Según él mismo dijo no sintió ningún dolor, únicamente vió “un brillo más cegador que mil soles”. La dosis de radiación absorbida del haz de protones era de 200.000 rads (2.000 grays) en el momento de la emisión y de 300.000 rads (3.000 Grays) tras atravesar el cráneo de Bugorski. Se considera que dosis de 500 a 600 rads (de 5 a 6 grays) son suficientes para matar a una persona.
Tras el accidente Bugorski fue llevado a un hospital de Moscú de modo que los doctores pudiesen “observar su inevitable muerte”, que debía ocurrir en las siguientes dos o tres semanas. Según transcurrían los días la piel en la parte posterior de la cabeza y parte izquierda de la cara de Bugorski comenzó a caerse, dejando ver la trayectoria del rayo que había quemado la piel, el cráneo y el tejido cerebral. Y aún continuaban produciéndose daños: en dos años todos los nervios de la parte izquierda de la cara habían desaparecido paralizando ese lado de su cara.
Bugorski no murió en aquel accidente. De hecho siguió haciendo una vida prácticamente normal y continuó trabajando como investigador. Durante los siguientes años después del accidente fueron habituales pequeños ataques de epilepsia y más esporádicamente crisis más graves de espasmos y pérdida de consciencia. «El antes y el después de aquel día es visible en su cara como una línea que la divide por la mitad: la parte derecha revela su edad actual, mientras que la parte izquierda quedó paralizada y congelada en el tiempo, sin envejecer.»

Debido al secretismo con el que se tratan este tipo de accidentes en aquel país (especialmente entonces, cuando aún era la Unión Soviética) el caso de Anatoli Bugorski no se hizo público hasta muchos años después. Durante todo ese tiempo fue examinado dos veces al año en una clínica especializada en radiación junto con otras víctimas de otros lamentables accidentes nucleares. Finalmente solicitó la baja por incapacidad a mediados de los años 90.

12. EL CASO DE AMILIA TAYLOR: BEBÉ QUE SOBREVIVIÓ AL PARTO CON TAN SOLO 284 GRAMOS DE PESO


Amillia Taylor ostenta el mérito de haberse convertido en el primer bebé que sobrevive tras un período de gestación inferior a las 23 semanas. Fue el bebé más prematuro y pequeño de la historia. La pequeña ha nacido en Miami a las 21 semanas de gestación y, a pesar de que los médicos no le pronosticaban muchas posibilidades de sobrevivir, ya ha tomado su primer biberón y se prepara para irse a casa, a pesar de nacer con 284 gramos de peso y 24,13 centímetros de altura. La mayoría de estos bebés no sobrevive; es un verdadero milagro El doctor neonatólogo William Smalling del Baptist Children’s, hospital donde nació Amillia, ha reconocido que «la mayoría de estos bebés no sobrevive» y que el mero hecho de que la pequeña siga con vida «es un verdadero milagro». La bebé ha padecido dificultades respiratorias, una leve hemorragia cerebral y problemas digestivos que, aunque no le crearán problemas a largo plazo, motivaban que los médicos no fueran «muy optimistas», tal y como afirmó Smalling, que también reconocía que «fue una atención excelente, pero también cuestión de suerte». Paul Fassbach, su médico desde el segundo día ha reconocido que «el cerebro es lo más importante, pero su pronóstico es excelente. «Ahora es como un bebé de verdad» La madre de Amillia, Sonja Taylor, no podía contener su alegría cuando su hija recibió el alta: «era difícil imaginar que llegaría tan lejos, pero ahora está empezando a parecer un bebé de verdad». El nivel de supervivencia para un niño nacido a las 23 semanas de embarazo es del 30% Sonja reconoce que lo peor hasta ahora ha sido no haber podido tenerla hasta seis semanas más tarde de su nacimiento y tener que mirarla «únicamente a través del plástico». La bebé ha estado en una incubadora y recibiendo oxígeno desde su nacimiento dentro de la unidad neonatal del hospital, dado que el nivel de supervivencia para un niño nacido a las 23 semanas de embarazo es del 30%. Sus padres eligieron el nombre de Amillia que significa resistente, luchadora y trabajadora, por todo lo que la pequeña ha pasado.

FUENTE CONSULTADA

https://listas.20minutos.es/…/milagros-inexplicables-301736/

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