NEUROSCIENCE

LA EXPERIENCIA EXTRACORPÓREAVERÍDICA: EL PARADIGMA DE LA INMORTALIDAD

                                                 VIDA DESPUÉS DE LA VIDA

                                                      (ACTUALIZADO)


                           

                                         (LA CONSPIRACIÓN DELSILENCIO)


Estoyplenamente convencido de que la consciencia es algo más que un merosubproducto accidental de los procesos neurofisiológicos ybioquímicos que tienen lugar en el cerebro humano. En mi opinión,la consciencia y el psiquismo humano son expresiones y reflejos deuna inteligencia cósmica que impregna la totalidad del universo y laexistencia entera. No sólo somos animales altamente evolucionadosque disponemos de computadores biológicos alojados en el interiordel cráneo sino que también somos campos de conciencia ilimitadosque trascendemos el tiempo, el espacio, la materia y la causalidadlineal”.

StanislavGrof

Doctoren Medicina (Psiquiatra)

Siel cerebro humano está realmente compuesto por dos elementosfundamentales -la ‘mente’ y el ‘cerebro’-, ¿podría lacrisis que se experimenta cerca de la muerte desencadenar de algunamanera, en muchos individuos, un distanciamiento transitorio entre lamente y el cerebro? (…) Mis propias creencias acerca de estacuestión se inclinan en ese sentido. Se trata de que, simplemente,la hipótesis de la experiencia fuera del cuerpo es lo que mejor seajusta a los datos disponibles”.

MichaelSabom

Doctoren Medicina (Cardiólogo)

“Enla literatura de las ECMs se menciona frecuentemente el hecho de que,en lo que concierne al testigo, la realidad de los acontecimientosexperimentados está más allá de toda duda (…) En ninguna partees más evidente este sentido de hiperrealidad de las ECMs como en lafase en la que el testigo se encuentra a sí mismo fuera de su cuerpoy de cierta manera es capaz de mirarlo desde una perspectiva externa.Aquí la agudeza subjetiva de la percepción visual no sólo es tanasombrosa como inexplicable, sino que en una serie de casos haresultado ser verídica (es decir, exacta), demostrando con ello queciertamente no se trata de una mera alucinación”

KennethRing

Doctoren Medicina (Neurofisiólogo)

Introducción

Uno de los fenómenos mássingulares que tienen lugar durante las experiencias cercanas a lamuerte (ECMs) es el de la experiencia extracorpórea verídica. Estefenómeno ha sido documentado de manera clásica en la literaturamédica de las ECMs durante más de 100 años. Generalmente, una ECMtiene lugar cuando un individuo se encuentra en una situacióncrítica para su vida (siniestros aéreos, ferroviarios,automovilísticos, infartos, embolias, intentos de asesinatofrustrados, víctimas de desastres naturales, ahogamientos, intentosde suicidio no consumados, traumatismos craneoencefálicos,enfermedades físicas en fase terminal avanzada, etc). En función desu etiología, puede desencadenarse una ECM. En este artículo nohablaré de las experiencias extracorpóreas que tienen lugar en losfamosos viajes astrales. No porque no tengan ningún valorprobatoria, que sí lo tienen, sino porque en los casos recogidos depersonas que estuvieron a punto de morir han sido estudiados yrevisados desde la perspectiva de la ciencia médica y hospitalaria.Los 5 casos que voy exponer en este artículo constituyen en suconjunto un verdadero desafío al dogma oficial (monismoneurofisicalista) de la cual se encuentra parapetada la cienciaortodoxa materialista. Sehan publicado una incesante cantidad de artículos en revistascientíficas sobre las ECMs desde la publicación del best-seller“Vida después de la vida” del Dr. Raymond A. Moody, Jr. en 1975(The Lancet, Resuscitation, Journal of Near-Death Studies, Journal ofDeath and Dying, Trends in Cognitive Sciences Journal, Critical CareMedicine, Journal of Consciousness Studies, Nursing Times Magazine,Nature, Scientific American, Science, Proceedings of National Academyin the United States of America, New England Journal of Medicine,Journal of Palliative Medicine, PLOS One, Frontiers of Human Neuroscience, etc.). Entotal, más de 600 artículos científicos se han publicado desde quesalió a la luz pública el libro de Dr. Moody. Un libro queconvulsionó a la opinión pública mundial y el cual hizo replantearel concepto largamente asumido por la sociedad moderna acerca de lamuerte. El impacto del libro fue tal, que, según diversasestimaciones, se vendieron más de 110 millones de ejemplares dedicho libro. Nunca un libro había revolucionado con tal magnitudtodo el pensamiento científico y médico, suscitando un interés sinprecedentes en el ámbito científico, filosófico, religioso,cultural y social. El Dr. Moody sentó cátedra al abordar desde unaperspectiva científica y racional el proceso humano de la muerte.Muchos científicos del campo de la medicina, que son la máxima autoridad científica mundial en el campo de la tanatología (Sam Parnia, PeterFenwick, Pim Van Lommel, Jeffrey Long, Melvin Morse, José MiguelGaona, Michael Sabom, Enrique Vila, Miguel Ángel Pertierra, EbenAlexander, Lloyd W. Rudy, Stanislav Groff, George Ritchie, PennySartori, Stuart Hameroff, Kenneth Ring, Bruce Greyson, etc.), hantomado el relevo del Dr. Moody, tratando mediante estudioscientíficos retrospectivos y prospectivos sobre las ECMs arrojar luzracional sobre la cuestión que más preocupación ha provocado a lacondición humana a lo largo de toda la historia: ¿qué nos esperarealmente al morir?

Esa cuestión ha sido objeto dediscusión y preocupación durante milenios por parte de toda lahumanidad, siendo enfocado desde campos tan diversos como lareligión, la filosofía, la mística, la escatología, la cosmogoníay la metafísica. Sin embargo, no sería hasta bien entrado el sigloXX cuando el fenómeno de la muerte ha sido objeto de estudio ni másni menos que por la ciencia. Gracias a los trabajos de autores, comola Dra. Elisabeth Kübler-Ross y el Dr. Raymond Moody se impulsaríauna nueva ciencia dedicado al estudio del proceso humano de la muerte: la tanatología.Esta disciplina científica es una rama de la medicina que tiene comoobjetivo estudiar todos aquellos fenómenos que anteceden a lamuerte, entre aquellos, las ECMs.

Las Experiencias Cercanas a laMuerte (ECMs)

Aunque las ECMs fuepreliminarmente estudiada por algunos autores (Oskar Fister, AlbertHeim, Russell Noyes, Karlis Osis, Erlendur Harraldson, Kleter, William Fletcher Barret, etc.), no seríahasta la década de 1970 cuando comenzó el estudio modernooficial sobre dicho fenómeno. Gracias a los avances en la ciencia dela reanimación cardio-pulmonar, el fenómeno de las ECM pasó poco apoco del terreno de lo paranormal, al campo empirista de la ciencia.Como he dicho al principio, gracias a los trabajos del Dr. Moody y dela Dra. Kübler-Ross se daría a conocer a toda la sociedad unfenómeno que previamente estuvo “recluido” al ámbitohospitalario. Actualmente, son millones de científicos y médicosque conocen el tema de las ECMs y centenares de estudios científicossobre esa cuestión se han publicado en prestigiosas revistascientíficas. A pesar de que muchas publicaciones científicas hanintentado explicar racionalmente esas experiencias desde un punto devista materialista y reduccionista (psiconeurobiología), no hay enrealidad una teoría científica lo suficientemente sólida,convincente y plausible que de cuenta en toda su magnitud las ECMs.Es más, no hay una teoría científica unificada que explique todoslos elementos citados la literatura médica de las ECMs (experienciaextracorpórea, visión de un túnel, revisión panorámica de lavida, reencuentro con familiares, amigos o mascotas ya fallecidas,visión de seres místicos y, finalmente, visión de un mundocelestial de luz u otra esfera de la realidad que abarca todo elconocimiento) al mismo tiempo. Existe, ciertamente, teoríascientíficas, un tanto simplistas, que explican de manera naturalcada uno de los elementos de las ECMs de manera aislada yfragmentada. Las distintas teorías que intentan explicar elmecanismo que origina las ECM parten del campo de la farmacología(suministración de fármacos en pacientes en estado crítico, talescomo morfina, anestésicos disociativos, sedantes, etc.), fisiología(anoxia-hipoxia cerebral, exceso de dióxido de carbono en la sangre,estimulación del córtex visual, segregación de neurotransmisores, tales como endorfinas, DMT odopamina), neurología (epilepsia de lóbulo temporal derecho,intromisión de la fase REM, etc.), psicología (alucinaciones,ensoñaciones lúcidas, delirio retroalimentado, proyección dedeseo, extremo estrés o fatiga, aislamiento, síndrome dedespersonalización, etc.), del psicoanálisis (inconscientecolectivo junguiano) y de la genética (mecanismode adaptación y de “supervivencia” de la especie diseñado por la evoluciónsin ningún tipo de connotación metafísica a la muerte).Sin embargo, todas esas teorías quedan en entredicho cuando seanalizan casos de personas que tuvieron una ECM sin producirse ningúndaño físico o cerebral. Por otro lado, también es muy remarcableque hasta la fecha la ciencia materialista no ha aportado una teoríaglobal de tipo multifactorial que explique todos los fenómenos oaspectos que se citan en las ECMs al mismo tiempo, como expreséanteriormente. Además, hay casos realmente sangrantes de ciegoscongénitos que recobran la percepción visual durante la ECM(mindsight), la EEC verídica, el fenómeno de visión vital futura oprognosis, el encuentro con personas en el otro mundo en los cualesse desconocía previamente su fallecimiento, la curación milagrosade enfermedades en fase terminal avanzada después de atravesar unaECM, etc.). Por eses mismos motivos, las ECMs han sido, son yseguirán siendo un verdadero desafío para la ciencia contemporánea.Por otro lado, el profundo efecto transformador que produce en lapersona que ha experimentado una ECM a corto, medio y a largo plazo no genera ningúntipo de desequilibrio mental. Esto no ocurre con el consumo depsicodélicos. Por ejemplo, gracias a la neuroquímica, hoy conocemoslos efectos nocivos en el organismo que produce la ingestión desustancias psicodélicas, enteógenas o psicotrópicas (LSD,Clorhidrato de Ketamina, Psilocibina, DMT, etc.), que para nada seproduce en los personas que sobrevivido a una ECM. Esos compuestos,aunque puedan desencadenar un estado alterado o de expansión de laconsciencia, los efectos colaterales son totalmente nocivos,generando en las personas que han consumido esas sustanciassintéticas graves trastornos psicológicos y conductuales, comoparanoias, esquizofrenia, psicosis, trastorno de estréspost-traumático, insomnio, depresión, etc. Si nos centramos en elcontenido, la tipología, casuística y el efecto “secundario” delas ECMs, este tipo de experiencias son diametralmente diferentes alas experiencias que producen los psicodélicos. En realidad, losefectos positivos (mayor sentido de la salud y bienestar, pérdida detemor a la muerte, mayor autoequilibrio, madurez mental y emocional,búsqueda de vías de autoconocimiento, abandono de hábitos nocivos,como el tabaquismo o el alcohol, el abandono de la prácticareligiosa a un interés marcado por la espiritualidad, la superacióndel uso de fármacos de la industria farmacéutica, pérdida deinterés materialista orientado a hacia profesiones que impliquen laayudar a los demás, como voluntarios de ONGs, hospicios, etc.) queproduce en la persona que superó una ECM es de tal magnitud, que,más allá de toda duda razonable, no hay ni mucho menos elementos dejuicio suficientes para considerar que las ECMs son algún tipo dealucinación, delirio, paranoia, proyección de deseo, ensoñación,imaginación o cualquier tipo truco bioquímico del cerebro poragonía. Los más entendidos y sabios es este tema afirman que lasECMs son como una especie de experiencia “noética”, es decir,iluminadora, en tanto lo que el testigo experimenta es una visión iluminadora,mística e introspectiva de toda la realidad. Es por ello, que muchosde los que han vuelto a la vida después de atravesar las ECMs hanadquirido algún tipo de habilidad, tanto a nivel científico,literario, artístico, etc. Algunos han regresado del otro mundo coninformación técnica muy precisa en ciertos temas, como en lasmatemáticas del caos, sobre física, astronomía, biología,química, etc. Repetiré hasta la saciedad. Para entendercorrectamente la verdadera naturaleza de las ECMs debemos tener encuenta dos cosas: la vivencia en sí, en toda su magnitud (tipología,casuística, etiología, fenomenología, incidencia estadística,significado, efectos colaterales post-ECM que produce en lapersonalidad del individuo, así como el conocimiento de otros marcosteóricos más amplios de tipo multidisciplinar para un profundo,acertado y amplio entendimiento de las ECMs) y si dicha experiencia,en aras de descartar cualquier tipo de explicación natural sobre talfenómeno, hace sospechar que dicha experiencia se puede catalogarcomo algún tipo de mecanismo bioquímico de defensa ante la muerte osi, por el contrario, y esto es lo que parece indicar, las ECMs vanmucho más allá de la neurofisiología cerebral. Las pruebasrecogidas por la moderna investigación tanatológica sugieren quelas ECMs son realidad un destello de otro tipo de vida, de otradimensión de la realidad.


La experiencia extracorpóreaverídica: el último eslabón a favor de la inmortalidad

Como he mencionado alprincipio, uno de los fenómenos más singulares de las ECMs es laexperiencia extracorpórea verídica. Este fenómeno ha sidoinformado de manera clásica en la literatura médica de las ECMs. Dehecho, el núcleo central de cualquier ECM es la sensación deabandono del cuerpo físico. No se trata de una mera ilusión, sinoque realmente hay una parte evanescente en el ser humano–consciencia, alma o espíritu- que se desprende de la envolturacorporal y es capaza de viajar a cualquier parte. La experienciaextracorpórea se ha intentado explicar por algún tipo de disfuncióncerebral. Se ha especulado desde el campo de la neurofisiología quelas experiencias extracorpóreas no son más que alucinacionesautoscópicas propiciadas por algún tipo de anomalía entre ellóbulo temporal, parietal y occipital. Sin embargo, esto no es elcaso. En las alucinaciones autoscópicas el sujeto es materialmenteincapaz de contemplar lo que sucede más allá de su campo visual, esdecir, desde la posición en la que encuentra en el quirófano jamássería capaz, y esto está sumamente comprobado científicamente, deobservar hechos que están aconteciendo en lugares remotos (por. ej.observar otros estancias del hospital, viajar a un país remoto,observar desde una posición cenital la esfera de la Tierra desde elespacio exterior, etc.). Resulta tremendamente crucial que los acontecimientospercibidos fuera del cuerpo (maniobras de reanimación cardiopulmonardel sujeto que está muerto clínica y técnicamente durante un breveespacio de tiempo, observar la conversación de uno de sus familiaresen una de las dependencias del hospital con los médicos, observar eltráfico de vehículos fuera del hospital, visualizar y recordar lamatrícula de un coche en el momento de su atropello sin poderlosaber por cualquier medio humano posible, etc.) resultan una vezcomprobados por los médicos que dicha información es totalmenteverídica, congruente y concordante con la realidad. Esto jamás seproduce en cualquier tipo de alucinación, psicosis, ensoñaciónlúcida, disociación ya que la información facilitada en este tipode casos no se corresponde en absoluto con la realidad. Por la tanto, EEC no se produce ningún tipo de ruptura con la realidad. Debemosentender que estos sujetos, desde otra dimensión, perciben lo quesucede en realidad en el plano físico (hay un marco teórico desde elcampo de la física cuántica que echa por tierra nuestra noción sobre loque entendemos como “realidad”, abriendo un abanico deposibilidades en donde todo la realidad, visible e invisible, estaríacompuesta por hasta 11 dimensiones espaciotemporales). Se haintentado explicar que esos recuerdos y experiencias quizás seproduzcan en un estado limítrofe entre la consciencia y lainconsciencia, y no durante la muerte clínica. Incluso, se atribuyeque esas experiencias suelen darse en condiciones en la cualesexiste un déficit de anestesia general (las percepcionesintraoperatorias representan estadísticamente un 3 % de los casos enpacientes bajo anestesia general). Sin embargo, ambas teorías soncompletamente frágiles y totalmente equivocadas. Partir de la baseque los pacientes simplemente han elaborado una “reconstrucción dehechos” supuestamente acontecidos en el quirófano en situacionesen las cuales se producían la pérdida y la reactivación de laconsciencia o por situaciones en las cuales paciente no estuvocompletamente anestesiado y dormido y esto, ha permitido, de algúnmodo, que escucharan o visualizaran desde cuerpo físico eventos queocurrieron en mismo quirófano es completamente absurdo.Generalmente, durante un estado en el que se pierde o se vuelve en síla consciencia, al igual que en las percepciones intraoperatorias, elcerebro, debido al daño sufrido, no es capaz de elaborarpercepciones lúcidas, estructuradas, ultrasensoriales y coherentes,como ocurre en las ECMs. Generalmente, el cerebro en ese estado sufrede confusión, amnesia, disociación, de recuerdos ambiguos y vagos,etc. Además, está comprobado que las ECMs se suelen producir durantela muerte clínica, ya que los aparatos de monitoreo que controlan lafunciones vitales de los pacientes detectan que técnica, objetiva ycientíficamente estaban muertos (ECG y EEG planos). El debatedebería terminar aquí. Un cerebro en “standby” no puedeelaborar experiencias y recuerdos nuevos, ni mucho menos procesarlosde manera ordenada, estructurada, coherente y detallada, cuando la función detronco encefálico y del hipotálamo responsable de cualquier tipo deactividad eléctrica o metabólica en el cerebro está complementeausente. Incluso, habrá científicos que piensen que la actividadcelular continúa durante unas horas después, aunque la funcióncerebral haya desaparecido por completo durante unos minutos, y que ésta pueda ser la responsable en el origen de las ECMs. La verdad esque no hay ningún estudio científico al respecto sometido arevisión por pares que establezca una relación directa entrememoria celular, incluso memoria genética, y las ECMs. Fin deldebate.


Casos reales de experienciaextracorpórea verídica

  1. El famoso caso de una mujerque observó unas zapatillas deportivas ubicadas en un cornisa deuna ventana de un hospital

  2. El importante y crucial casode Pam Reynolds, una mujer que experimentó una ECM a pesar de quetodos los criterios médicos, científicos y técnicos indicaron uncese temporal absoluto de todo signo vital

  3. El famoso caso de un hombreque visualizó en el pasillo del hospital durante su experienciaextracorpórea el acta de su defunción

  4. El famoso caso del Dr. GeorgeRodonaia que fue declarado muerto biológicamente por personalsanitarioque lo atendió, fue enviado al depósito de cadáveres, estuvo allí3 largos días en una cámara frigorífica y posteriormente vuelve ala vida contando una increíble y sobrecogedora ECM

  5. El famoso caso Joe Tiralosi, un paciente que estuvo en muerte clínica durante 45 minutos y que pudo observar todo el proceso de su reanimación cardiopulmonar (caso extraído del proyecto AWARE de Naciones Unidas)

  1. El Famoso Caso de lasZapatillas Deportivas

Kimberly Clark, un trabajadorsocial de Seattle (Washington, EE.UU.) presenta un caso realilustrativo de una experiencia extracorpórea verídica (EECVerídica) que implicaba la percepción exacta de un lugar remoto tanextraordinaria y convincente que despertó profundamente su interésy motivó su posterior dedicación a la investigación de lasexperiencias cercanas a la muerte (ECMs).

Caso real:

Mi primer encuentro con unaexperiencia de aproximación a la muerte tuvo que ver con María, unatrabajadora emigrante que sufrió un grave ataque al corazón mientasestaba visitando a unos amigos en Seattle. Una ambulancia la recogióen plena noche y rápidamente ingresó de urgencia en la unidad decuidados coronarios. Yo me vi implicado en su caso a consecuencia desus problemas sociales y financieros. Pocos días después de suadmisión tuvo un paro cardíaco pero, gracias a estar monitorizada ygozar de buena salud, fue rápidamente intubada durante un par dehoras para asegurarnos de que su oxigenación era la adecuada.

Ese mismo día fui a visitarlaesperando encontrarla alterada a consecuencia de paro cardíaco.Efectivamente la encontré en estado de agitación que contrastabacon su calma habitual pero no por el motivo que yo pensaba. Entoncesme relató lo siguiente: “Cuando los doctores y enfermeras estabantrabajando en mí ha ocurrido algo muy extraño. De repente he vistomi cuerpo desde el techo de la habitación”.

Esa revelación no meimpresionó. Creía que sus comentarios sobre las personas presentes,su atuendo y sus movimientos podían deberse a su conocimiento yfamiliarización –previa al ataque- con todo el equipo médico.Pensé que, siendo el oído el último sentido en desaparecer despuésde la anestesia, María habría escuchado todo lo que ocurría en lahabitación y no debía de ser consciente de estar elaborando unafabulación.

A continuación me dijo quealgo del exterior había llamado su atención y que, al pensar ensalir de la sala de urgencias, se encontró inmediatamente fuera. Enese punto estaba yo un poco más impresionado porque María habíaingresado por la noche y no podía de ningún modo conocer el aspectodel exterior. No obstante, pensé que quizás, en algún momentopodría haber mirado por la ventana y lo que había visto se habíaincorporado también a su fabulación.

Pero María prosiguió sudescripción señalando que un objeto situado en la repisa externa deuna ventana ubicada en el tercer piso del ala norte del edificio(hospital) llamó su atención. En ese momento pensó en cómo subiry se encontró de inmediato frente a unas zapatillas de tenis.Entonces mi pidió que buscara las zapatillas para tratar deconfirmar la validez de su experiencia extracorporal (EEC).

Un tanto confundido por lo queestaba ocurriendo salí al exterior y miré hacia arriba pero no pudever nada en especial. Subí después al tercer piso y fui entrando,una tras otra, en todas las habitaciones. Las ventanas eran tanestrechas que tenía que acercarme mucho para ver la repisa exterior.¡Finalmente, al acercarme a una de las ventanas descubrí,asombrado, las zapatillas de tenis!

Para confirmar todos losdetalles que me había dado María tuve que coger la zapatilla yentonces verifiqué que, como ella me había dicho, el dedo pequeñohabía desgastado el zapato y que los cordones estaban anudados bajola suela, pormenores que sólo eran visibles desde el exterior y unpunto muy próximo a la zapatilla. Luego cogí la zapatilla deportivay se la llevé a María. La evidencia era tan palpable que todas misdudas sobre su experiencia desaparecieron.

Este es un intrigante caso dela capacidad de la mente o del alma de abandonar realmente el cuerpofísico y ser capaz de observar eventos (en este caso, un objeto,como son una zapatillas deportivas) que está fuera del alcance realde la vista. Esto apabullante e impactante caso sugiere algún tipode separación entre mente y cerebro.

2. El Apabullante Caso dePam Reynolds

Caso real

Pam Reynolds era una prestigiosacantante y compositora norteamericana, además de ocupada madretrabajadora. En el año 1991 se puso muy enferma. Empezó a sufrirfuertes mareos y a perder el habla. También empezó a tener problemas de movilidad. Acudió a su médico de cabecera,y éste le aconsejó que se hiciera un TacCerebral. El Tac reveló que sufría un grave, profundo y complejoaneurisma en una arteria basilar del cerebro. Fue a un neurólogo que le dió pocas o casi ninguna esperanza de vida. Debido a la gravedad desu estado, fue traslada de urgencia en ambulancia desde Atlanta alInstituto Neurológico Borrow, en Phoenix (Arizona, EE.UU.). Allí sepuso en manos de un equipo médico especializado para tratar suenfermedad. Su aneurisma estaba justamente situado en la base deltronco encefálico, por lo que tenían que evitar cualquier tipohemorragia a la hora de extirpar el aneurisma. Dada la extremagravedad de su diagnóstico, los médicos se vieron obligados arealizar una operación de tipo experimental conocido como parocardíaco hipotérmico con circulación extracorpórea. ¿En quéconsistió su operación? A la paciente se le aplicó antes de entraren el quirófano anestesia general. Una vez tumbada en la camilla ycompletamente dormida (TECNICAMENTE INCONSCIENTE), rebajaron latemperatura corporal de 37 a 15 grados (TÉCNICAMENTE CONGELADA), sele provocó de manera artificial una parada cardiaca (ECG plano), surespiración se detuvo por completo, las ondas cerebrales quedaronplanas (EEG plano) y su cabeza fue vaciada de sangre (perfusióncerebral). La sangre de su cuerpo fue enfriada y drenadatemporalmente hacia una máquina de circulación extracorpórea.Además, los ojos de la paciente fueron sellados con cinta adhesivalubricada para evitar que se despegara (TECNICAMENTE NO PODÍA VERNADA). Los oídos fueron entaponados con unos aparatos o dispositivosque emitían de manera secuencial unos pitidos fuertes(TÉCNICAMENTE NO PODÍAESCUCHAR NADA). La “operación de pausa” duró varias horas,estando al menos muerta clínicamente durante una hora. Tanto elneurocirujano que la operó, Robert Spetzler, como los cirujanoscardiovasculares hicieron todo lo que estaba en sus manos para quegarantizar que la paciente pudiera sobrevivir felizmente después dela operación. Los apuntes médicos corroboraron que la pacienteestuvo TÉCNICAMENTEMUERTA durante másde una hora en base a todos los aparatos que monitorizaron la funciónvital de la paciente. De hecho, se comprobó científicamente que laactividad del tronco encefálico fue nula con el fin de garantizarcon toda la ciencia en sus manos que no hubiese ningún tipo deactividad metabólica neuronal. Por lo tanto, si alguien quisierahacer un experimento de laboratorio en el cual se llevara a unapersona los más cerca posible de la muerte y traerla de vuelta paraaveriguar sus recuerdos, el caso de Pam Reynolds constituye un casoparadigmático en este sentido.

En el curso de su operación,escucha un sonido muy desagradable que procedía de la cabeza.Cronológicamente, esto se corresponde con el momento en que losneurocirujanos comienzan a taladrar la bóveda de su cráneo. En esemomento experimenta una experiencia de abandono de su cuerpo. Escapaz de visualizar una serie de brocas que estaban guardados en unestuche, al igual que observa la sierra que utilizaron los médicos a la hora de abrir su cráneo y la describió como si fuera el mango de un cepillo dedientes. (Nota: el material quirúrgico fue debidamente ocultado enun estuche con el fin de mantener el ambiente esterilizado y paragarantizar que la paciente estuviese complementa dormida). PamReynolds es capaz de oír las conversaciones entre los cirujanoscardiovasculares durante una fase de la operación (es capaz de oírcomo los cirujanos cardiovasculares dicen que sus arterias y venasson demasiado finas y estrechas a la hora de desviar la sangre a lamáquina de circulación extracorpórea). Es también capaz deescuchar las canciones del hilo musical. En una fase de su operaciónsiente una presencia. Se gira y observa un largo túnel de luz. Loatraviesa como si una fuerza magnética la atrajera hacia ese puntode luz al final del túnel. Cuando rebasa la luz, afirma que observamucha gente que conocía (ya había fallecido), así como a muchaotra gente que no conocía. En ese punto se encuentra con su abuelay fallecidoen el cielo y mantienen una conversación de forma telepática. Ellase sentía eufórica. Ella se preguntaba si Luz era Dios y larespuesta fue que no lo era, sino que era el aire que respiraDios. A ella le embargaba una inefable sensación de amor, paz yfelicidad. En un momento de su experiencia, su tíole hace entrever que no es su momento de partir, sino que tiene quevolver a su cuerpo. Contempla la escena de su cuerpo en la camilladel quirófano y se asusta. Ella se resiste en volver a la vidafísica, hasta que su tío la empuja, y se mete en su cuerpo, sintiendo como si fuera meterse degolpe en una piscina. Volvió a la vida, y sintió una fuertesacudida en su cuerpo físico. Cronológicamente, la faseescatológica (el túnel, la luz, el cielo, su abuela y tío fallecido) de suexperiencia se corresponde cuando estaba CLINICAMENTEMUERTA (Tantodurante la fase paranormal –experiencia extracorpórea- como en lafase místico-escatológica –la visión del cielo- se correspondenen una fase de la operación en donde teóricamente es IMPOSIBLEE INCONCEBIBLE tener experiencias o recuerdos de cualquier tipo, ya que el cerebroestuvo, bajo todos los criterios de la ciencia y tecnología médica,muerto). Sin embargo, tuvo consciencia durante ese estado, lo querefuta de manera decisiva que la consciencia es simplemente unepifenómeno del cerebro, planteando un modelo neurocientífico decorte dualista (el cerebro como simple receptor, no como creador, dela consciencia).

El cardiólogo norteamericanoMichael Sabom recogió su testimonio en un libro titulado “OneDoctor’s FascinatingAccount of Near-Death Experiences”.Eldoctor Sabom afirma que la ECM de Pam Reynolds es sumamenteimportante porque ella experimentó una ECM mientras estaba siendosometida durante su operación a unas condiciones de controlextremadamente diseñadas con el objetivo de poder comprobar con todala tecnología punta las funciones vitales de la paciente. El hechode que experimentara una ECM durante la muerte cerebral constituyeuna prueba irrefutable y determinante para concluir que existe vidamás allá de la muerte.

3) El caso del hombre queobservó desde fuera de su cuerpo como firmaban el acta de sudefunción en un pasillo del hospital.

Caso real

Uno de los casos de unamisteriosa auto resucitación fue descrito por cirujano Lloyd W. Rudy(1934-2012). Este eminente doctor relata la historia real de unpaciente que fue declarado muerto al menos durante 20 minutos, elpaciente revivió sin ayuda de ningún instrumento o maquina o ayudade algún médico cercano. Lo increíble es cómo volvió y lo quenarró luego de su recuperación.

El Dr. Rudy se graduó en laUniversidad de Washington (EE.UU.) en la escuela de medicina, fuedecano del programa de corazón de la escuela de medicina en Georgia(EE.UU.) y fue miembro del equipo de transplantes de corazón de laUniversidad de Stanford (EE.UU.). Con esas credenciales acerca de sutrabajo es lógico creer lo que narró después de un día denavidad.

El Doctor y su asistenteRoberto Amado-Cattaneo, realizaban una cirugía para reemplazar unaválvula cardiaca infectada, en esos momentos el paciente sufrió unaneurisma causada por una infección, cuando la cirugía fuecompletada el paciente no sobrevivió sin el soporte de vida.

Sin esperanza de que lasituación cambiara, los cirujanos escribieron el acta de defunción.Era evidente que el paciente había muerto, y ya no se podía hacernada. En último caso hacer el acta y avisar a los familiares: Ledijeron a ala esposa del paciente y apagaron las máquinas. Era unhecho: clínicamente estaba muerto.

Según los investigadores delcaso, por una razón u otra, el equipo médico había obligado apagarel aparato que mide las funciones corporales, como la presiónarterial. Además, antes de haber proclamado que el estaba más alláde lograr su recuperación habían dejado un tubo con un micrófonoen el extremo de su cuerpo para obtener una impresión precisa deciertas funciones del cuerpo, como los latidos del corazón.

El Dr. Rudy y su asistente seestaban cambiando y hablando acerca de lo que podían haber hecho,todavía estaban en las puertas del quirófano, cuando después de 20o 25 minutos apareció un tipo de actividad eléctrica. Sí, era elcorazón que empezaba a latir muy lento y luego más rápido.

Nadie había hecho nada pararevivir al paciente, a pesar de haber sido declarado muerto, volviódespués de 20 minutos de estar muerto. Según narran, le tomo un parde días recuperar la conciencia, pero él logro recuperarse, y lomás increíble, no hubo signo de daño cerebral.

En palabras de Amado-Cattaneo:

“Yo he experimentado variasveces que la gente se recupere de un shock profundo y largo, peroestas estaban aún vivas, mientras que en este caso había muerto”

El paciente hizo unadescripción de todo lo que había durante el proceso de su operacióny cuando estuvo sin vida, como en muchos otros casos habló sobre eltúnel, y la brillante luz al final del mismo. No es la primera vezque describen el túnel. Pero lo que llama poderosamente la atenciónfue los detalles que observó en el hospital, como la firma del actade defunción en el pasillo del hospital cuando, desde su posiciónen el quirófano, no era humanamente posible. Estas descripciones tandetalladas y pormenorizadas son las que se buscan para verificarcientíficamente las ECMs.

El asistente Amado-Cattaneo nopudo explicar cómo el paciente hizo una descripción perfecta yexacta de todo lo que había pasado y confirmó que el pacientedescribió con precisión y exactitud los acontecimientos que no pudohaber vito dado su estado físico, porque de hecho, sus ojos fuerontapados con protección especial para guardar la córnea de dañosdurante la operación.

El Dr. Lloyd W. Rudy, junto conun equipo médico de investigadores holandeses, que documentaron esecaso, llegaron a la conclusión que el alma de la personas pasa porun estado de muerte clínica y luego deja el cuerpo físico, pudiendoobservar con claridad, precisión, detallismo y con exactitud lo quesucede a su alrededor e incluso lugares remotos que luego han sidoobjeto de comprobación, verificación y validez. (De ahí que a laexperiencia extracorpórea sea verídica, lo que descartaría deforma rotunda, irrefutable y decisiva cualquier explicacióncientífica natural)

4. El descomunal caso delDr. George Rodonaia

Caso real

NatiaRodonaia-Pelaez, hija de George Rodonaia, me ha informado de queGeorge falleció el 12 de Octubre de 2004 debido a un fallo cardíaco.George sufrió un ataque al corazón en Julio y pensaban que se habíarecuperado. El Reverendo Rodonaia iba camino de Dallas para grabaruna entrevista con Trinity Broadcasting sobre su experiencia demuerte clínica (EMC) cuando sufrió un ataque definitivo y Dios lollamó a su lado. Natia agradece a todos su interés por él y suEMC. Le echaremos mucho de menos. Le sobrevive su esposa Nino, suhija Natia, su hijo Greg, su hijo politico Martin, su nieto Levani, ysu madre política Nadia.

ElRev. George Rodonaia experimentó uno de los casos más prolongadosde EMC jamás registrados. Declarado muerto inmediatamente despuésde ser atropellado por un coche en 1976, estuvo durante tres días enel tanatorio. No “volvió a la vida” hasta que un medico empezóa hacerle una incisión en el abdomen como parte de una autopsia.Antes de esto, trabajaba como neurólogo y era ateo convencido. Perodespués de la experiencia, se dedicó en exclusiva al estudio de laespiritualidad, haciendo un segundo doctorado sobre Psicología de lareligión. Además se ordenó sacerdote por la Iglesia Ortodoxa.Sirvió como Pastor en la iglesia metodista de St. Paul United enBaytown, Texas.ElRev. George Rodonaia era médico, con doctorados en neurología y enpsicología de la religión. Dirigió un discurso a las NacionesUnidas sobre «La Espiritualidad Global Emergente». Antes deemigrar a los Estados Unidos desde la Unión Soviética en 1989,trabajó como psiquiatra de investigación en la Universidad deMoscú. Lo que sigue es una experiencia del Dr. Rodonaia en suspropias palabras extraídas del excelente libro de Phillip Berman,The Journey Home (El Viaje a Casa)

.Loprimero que recuerdo sobre mi EMC es que me encontraba en un entornode oscuridad total. No tenía dolor físico, era de alguna maneratodavía consciente de mi existencia como George, y alrededor de mila oscuridad me envolvía, oscuridad total y completa, la mayoroscuridad, más oscura que cualquier oscuridad, más negra quecualquier negrura. Eso era lo que me rodeaba y me presionaba. Estabahorrorizado. No estaba preparado para esto en absoluto. Estabatraumatizado al ver que yo aún existía, pero no sabía dondeestaba. El pensamiento que se repetía en mi mente era, ¿Cómo puedoexistir si ya no estoy? Eso es lo que me preocupaba. 

Lentamenteempecé a recuperar un poco de lucidez y empecé a pensar en lo quehabía ocurrido, en lo que estaba pasando. Pero no me venía ningunaidea refrescante o relajante. ¿Por qué estoy en esta oscuridad?¿Qué voy a hacer? Entonces recordé la cita famosa de Descartes:»Pienso, luego existo». Y aquello me quitó un peso enormede encima. Porque fue entonces cuando supe que estaba vivo aún,aunque obviamente en una dimensión muy diferente. Entonces pensé,“si existo, ¿por qué no ser positivo?” Eso es lo que se meocurrió. “Soy George y estoy en la oscuridad, pero sé quien soy.Soy quien soy. No debo ser negativo.” Entonces pensé, “¿cómopuedo definir qué es positivo en la oscuridad? Bueno, positiva es laluz.” Entonces, de repente, estaba rodeado de luz, azul brillante,luminosa y fuerte, una luz muy brillante. Yo era como el flash de unacámara, pero no instantáneo, así de brillante. Brillo continuo. Alprincipio el brillo de la luz me hacía daño, no podía mirarlodirectamente. Pero poco a poco empecé a relajarme. Empecé asentirme cálido, confortable, y todo de repente me parecía bien. 

Losiguiente que ocurrió fue que vi un montón de moléculas volandoalrededor: átomos, protones, neutrones, volando por todas partes.Por otra parte, era totalmente caótico, pero lo que me dio una gransatisfacción era que este caos también tenía su propia simetría.La simetría era bella y unificada y completa, y me inundó con unatremenda alegría. Vi la forma universal de la vida y la naturalezadelante de mis ojos. Fue en este punto cuando toda la preocupaciónque tenía por mi cuerpo simplemente se desvaneció, porque era claropara mi que no lo necesitaba más, que en realidad era unalimitación. Todo en esta experiencia se fusionó, así que esdifícil para mí hacer una secuencia de los acontecimientos. Eltiempo como lo he conocido se detuvo. Pasado, presente y futuro dealguna manera se fundieron en uno para mí, en la unidad intemporalde la vida. 

En algún punto pasé por lo que se hallamado el proceso de revisión de la vida, porque vi mi vida desdeel principio hasta el final de una vez. Participé en los dramasconcretos de mi vida, casi como una imagen holográfica de mi vidaocurriendo delante de mí. Sin sentido de pasado, presente o futuro,sólo ahora, y la realidad de mi vida. No era como si empezase con elnacimiento y recorriera mi vida hasta la Universidad de Moscú. Todoapareció a la vez. Allí estaba yo. Allí estaba mi vida. Noexperimentaba ningún sentido de culpa o remordimiento por las cosasque había hecho. No me sentía de una manera u otra sobre misfallos, faltas, o logros. Todo lo que sentí fue mi vida por lo quees. Y estaba satifsfecho con aquello. Aceptaba mi vida por lo que es.

 

Duranteeste tiempo, la luz sólo irradiaba un sentido de paz y alegría paramí. Era muy positiva. ¡Estaba tan feliz de estar en la luz! Ycomprendí lo que la luz significaba. Aprendí que todas las leyesfísicas de la vida humana no eran nada comparadas con esta realidadunificada. También llegué a la conclusión de que un agujero negroes sólo otra parte de esa infinitud que es la luz. Me di cuenta deque la realidad está en todos sitios. Que no es simplemente la vidaterrenal sino la vida infinita. Todo no sólo está interconectado,sino que es también sólo uno. Así que sentí una plenitud con laluz, una sensación de que todo está en orden conmigo y el universo.

 

Podíaestar en cualquier sitio instantáneamente, realmente allí. Intentécomunicarme con gente que ví. Algunos notaron mi presencia, peronadie hizo nada. Sentí necesidad de estudiar la Biblia y lafilosofía. Si quieres, recibes. Piensa y te viene. Así queparticipé, fui hacia atrás y viví en las mentes de Jesús y susdiscípulos. Oí sus conversaciones, experimenté la comida, el vino,los olores, los sabores, y sin embargo no tenía cuerpo. Yo eraconciencia pura. Si no entendía lo que estaba pasando, me venía unaexplicación. Pero no me hablaba ningún profesor. Exploré elImperio Romano, Babilonia, los tiempos de Noé y Abraham. Cualquierépoca en la que pienses, estuve allí.

Así que allí estabayo, abrumado con todas estas cosas buenas y esta maravillosaexperiencia, cuando alguien empieza a cortarme en la barriga. ¿Puedenimaginarse? Lo que había pasado es que me habían llevado alforense. Había sido declarado muerto y me habían dejado allí tresdías. Se llevó a cabo una investigación de la causa de mi muerte,así que enviaron a alguien a hacerme la autopsia. Cuando empezaron acortarme el abdomen, sentí como si una gran fuerza me agarrase porel cuello y me empujase hacia abajo. Y era tan poderosa que abrí losojos y tuve aquella enorme sensación de dolor. Mi cuerpo estaba fríoy empecé a temblar. La autopsia se detuvo inmediatamente y mellevaron al hospital donde permanecí los siguientes nueve meses, lamayor parte de ellos con un respirador.

Pocoa poco fui recuperando mi salud. Pero nunca sería el mismo, porquelo único que quería hacer el resto de mi vida era estudiar lasabiduría. Este nuevo interés me llevó a asistir a la Universidadde Georgia, donde hice mi segundo doctorado sobre Psicología de lareligión. Entonces me hice sacerdote de la Iglesia Ortodoxa.Finalmente, en 1989, vinimos a América y estoy trabajando ahora comopastor ayudante en la First United Methodist Church de Nederland,Texas.

Muchagente me ha preguntado en qué creo, y cómo mi EMC cambió mi vida.Lo que puedo decir es que ahora creo en el Dios del Universo. Adiferencia de muchas otras personas, sin embargo, nunca he llamado aDios «la luz», porque Dios está más allá de nuestracomprensión. Creo que Dios es incluso más que la luz, porque Dioses también oscuridad. Dios es todo lo que existe, todo, y que estáabsolutamente fuera de nuestra capacidad para comprender. Así que nocreo en el Dios de los judíos, de los cristianos, o los hindúes, nien ninguna idea de ninguna religión sobre lo que Dios es o no. Todoes el mismo Dios, y ese Dios me enseñó que el universo en el quevivimos es un precioso y maravilloso misterio que estáinterconectado para siempre jamás.

 

Cualquieraque haya tenido una experiencia de Dios así, que haya sentido tanprofunda sensación de conexión con la realidad, sabe que sólo hayun trabajo verdaderamente significativo que hacer en la vida, que esamar. Amar la naturaleza, la gente, los animales, la Creación en símisma, sólo porque existe. Servir a la Creación de Dios con unamano cálida y amante, llena de generosidad y compasión, esa es laúnica existencia llena de sentido.

 

Muchagente recurre a los que hemos tenido EMC porque tienen la sensaciónde que tenemos las respuestas. Pero sé que eso no es verdad, almenos no completamente. Ninguno de nosotros puede sondear las grandesverdades de la vida hasta que finalmente nos unimos a la eternidad almorir. Pero ocasionalmente podemos vislumbrar las respuestas aquí enla tierra, y eso es suficiente para mí. Me encanta hacerme preguntasy buscar respuestas, pero sé que al final tengo que experimentar laspreguntas y las respuestas. Pero eso está bien, ¿no?

 

Mientrasamemos, con todo nuestro corazón y nuestra pasión, no importa, ¿no?Tal vez la mejor forma de transmitir lo que intento decir seacompartir con vosotros algo que el poeta Rilke escribió una vez enuna carta a un amigo. Vi esta carta, el original escrito a mano, enla biblioteca de la Universidad de Dresden, en Alemania 

(Citade memoria como sigue:)

 «Sépaciente con todo lo que está sin resolver en tu corazón. Y tratade amar las preguntas en sí mismas. No busques las respuestas que nopueden ser dadas, porque no serías capaz de vivir con ellas. Y tratade vivir todo, vivir las preguntas ahora, y tal vez sin saberlo,llegarás un día a encontrarte con la respuesta.»

Estoyconvencido de ello. Vive las preguntas, y el universo te abrirá susojos.


GeorgeRodonaia cuenta su episodio con un niño durante su ECM

Másinformación sobre la ECM de George figura en el libro de los Drs.Melvin Morse y Paul Perry titulado «Transformed by the Light»(Transformado por la luz). El Dr. Morse se refiere a George por sunombre Ruso «Yuri». Lo siguiente es un extracto de»Transformed by the Light» que describe la observación deGeorge de un niño mientras él estaba fuera de su cuerpo.

 «Durantela EMC de Yuri, él podía ir a visitar a su familia. Vio a suapenada mujer y sus dos hijos, demasiado pequeños para comprenderque su padre había muerto. Entonces visitó al vecino de al lado.Tenían un niño pequeño, nacido un par de días antes de la»muerte» de Yuri». Yuri se daba cuenta de que estabantristes por lo que le había ocurrido. Pero estaban especialmentepreocupados porque su hijo no dejaba de llorar. Daba igual lo quehicieran con él, no paraba de llorar. Cuando se dormía, sedespertaba al poco rato y volvía a llorar. Lo habían llevado almédico, pero estaban perplejos. Todas las causas habituales talescomo cólico se habían descartado y les mandaron a casa esperandoque el bebé teminaría por tranquilizarse». Cuando estaba enfuera de su cuerpo, Yuri descubrió algo:

«Podíahablar con el bebé. Era sorprendente. No podía hablar con lospadres, mis amigos, pero podía hablar con el bebé que acababa denacer. Le pregunté qué le pasaba. No fue con palabras, sino que lepregunté, puede ser mediante telepatía, qué le pasaba. Me dijo quele dolía el brazo. Y cuando me lo dijo, pude ver que el hueso estabatorcido y roto.»

«El bebé tenía una fractura en elhueso del brazo, probablemente debido al nacimiento. Ahora Yuri y elbebé sabían lo que pasaba, pero ninguno podía comunicárselo a lospadres. «Finalmente el doctor de Moscú vino para hacerle laautopsia a Yuri. Cuando movieron su cuerpo desde el mueble, sus ojosparpadearon. El doctor sospechó y examinó sus ojos. Al ver querespondían a la luz, fue llevado inmediatamente a cirugía deurgencias y le salvaron. «

Yuricontó a su familia lo de estar «muerto». Nadie le creyóhasta que empezó a dar detalles de lo que vio durante sus viajesfuera del cuerpo. Entonces fueron menos escépticos. Su diagnósticodel bebé de los vecinos fue lo que los convenció. Les dijo que losvisitasen esa noche y les dijeran que estaban preocupados por elrecién nacido. Les dijo que había hablado con el recién nacido yhabía descubierto que tenía una fractura en el brazo. Los padresllevaron al niño al médico, que hizo una radiografía del brazodescubriendo que el diagnóstico de Yuri a tanta distancia eracorrecto.»


5.El caso de Joe Tiralosi que estuvo 45 minutos en muerte clínica (caso presentado por el Proyecto AWARE)

En su libro «Resurrecciones: La ciencia que está borrando la frontera entre la vida y la muerte» (La Esfera), Sam Parnia describe el caso de un hombre que entró en urgencias con un paro cardiaco. Después de diez minutos de reanimación cardiopulmonar su corazón seguía sin latir. Este tiempo marca una frontera, porque los daños cerebrales por falta de oxígeno empiezan a ser irreversibles. Pero los médicos siguieron con las compresiones torácicas, interrumpidas de forma pautada para administrar una descarga con el desfibrilador. Veinte minutos y el corazón seguía sin funcionar. Treinta… No había respuesta. Cuarenta… Hace solo una década, seguir con la reanimación se hubiera considerado una locura por las secuelas neurológicas. Sin embargo, la tecnología médica ha avanzado lo suficiente para saber que aún hay una posibilidad. De pronto, un miembro del extenso equipo que le atendía notó el pulso del paciente. «Después de cuatro mil quinientas compresiones torácicas, ocho descargas del desfibrilador e incontables viales de adrenalina, el corazón del paciente había empezado a latir de nuevo».

Era el principio de su recuperación, que fue posible gracias a que se había recurrido a enfriar su cuerpo (hasta 33 grados) para evitar que sus neuronas resultaran dañadas de forma irreversible. Esa temperatura se mantuvo durante 24 horas mediante una máquina especial denominada Sol Ártico, mientras los médicos encontraban la causa que había provocado el fallo de su corazón. En ese tiempo sufrió otro paro cardiaco, del que volvió a salir. Descubrieron varias obstrucciones en los vasos sanguíneos que desembocan en el corazón y le insertaron dispositivos para evitar que volvieran a cerrarse. Aún estuvo unos días en coma inducido para favorecer su recuperación. Joe Tiralosy, que así se llamaba el paciente, regreso a casa sin secuelas neurológicas. Su caso dio la vuelta al mundo.

«Tiralosy tuvo la suerte de contar con un equipo de más de veinte médicos y enfermeros que trabajaron al unísono y pusieron en práctica los conocimientos médicos más avanzados, tanto durante el paro cardiaco como durante los cuidados post-reanimacion. Esto no solo le trajo de vuelta a la vida, sino que impidió que se produjeran daños cerebrales. La clave fue el enfriamiento de su cuerpo en un momento muy oportuno: desde su llegada a urgencias hasta el laboratorio de caracterización y las 24 horas siguientes. En otras palabras, los procesos que tienen lugar de manera natural después de la muerte se controlaron desde el principio, de forma que Tiralosy pudo ser resucitado de modo seguro y, más importante, sin daños cerebrales», relata Sam Parnia en el libro.

Lo asombroso de su caso, es mientras estuvo en muerte clínica fue capaz de observar todo el proceso de resucitación cardiopulmonar y describirlo con todo lujo de detalles, como el uso de un desfribilidar externo autómatico. También observo y describió las conversaciones y el atuendo de los médicos que lo reanimaron. Sin duda, una prueba decisiva que la consciencia sobrevive a la muerte.

OTROS CASOS DE EEC VERÍDICA

Haymuchos casos de EEC verídica. La doctora Elisabeth Kübler-Ross citaen el libro “La muerte: un amanecer” el caso de una persona quefue atropellada por un coche y el conductor se dio a la fuga. Unaambulancia la recogió estando al borde de la muerte. Fue llevada deurgencia al hospital. Esta persona experimentó una experienciaextracorpórea en la cual fue capaz de visualizar el número dematrícula del coche que le había atropellado. Cuando volvió a lavida, después de ser reanimada, informó a los sanitarios y a lapolicía lo que había percibido, y procedieron a la detención delconductor prófugo.

Tambiénexiste otro caso de una mujer que sufrió complicaciones en el parto.Sufrió muerte clínica y viajó a otro continente en donde visualizósu antigua casa habitada por unos inquilinos. Lo que le sorprendióes que su casa había sido completamente reformada. Cuando serecupero de su salud, informó con todo detalle su experienciaextracorpóreaa unos de los médico quela reanimó, y éste, intrigado, fue en persona a comprobar loshechos. Cuando descubrió que las descripciones que hizo su pacientese correspondían con la realidad, se quedó atónito.

LaDra. JaniceMiner Holden investigó107 casos de ECM a lo largo de 30 años de estudio en ese campo yencontró que 91 % de las casos en los que aparece el elemento de laexperiencia extracorpórea resultó ser verídica.. Concluyeque existe EVIDENCIA«paraconvencer a la mayoría de los escépticos de que estos reportes sonmás que meras alucinaciones oensoñacionesde parte del paciente».

En defintiva, la evidencia que hay en relación a este tema no es de tipo anécdotica, sino científicamente comprobada.


La vida después de lamuerte: ¿Un hecho científico demostrado?

Después de leer estedocumentado, meditado y riguroso artículo, sólo nos lleva a unaúnica dirección. ¿Es la vida después de la muerte un hechocientífico demostrado en la actualidad? Creo, a tenor de lo que heescrito en este artículo, que la gran cuestión de todas lascuestiones empieza a tener una respuesta afirmativa cada vez máscontundente a medida que evoluciona el estudio y comprensión de lasECMs. Hace siglos se creía que la muerte suponía el finaldefinitivo y absoluto de la vida humana. La ciencia no aceptabaningún aspecto metafísico en el ser humano –alma, consciencia,espíritu- que sobreviviera a la muerte. Muchotiempo atrás, unapersona que sufriera un infarto de miocardio no era posiblereanimarla, por lo que nadie sabía cual sería el destino final dela consciencia humana después de la muerte. Sin embargo, en el sigloXX, gracias a la implementación de nuevas técnicas en el campo dela ciencia de la reanimación cardiopulmonar, muchas personas quehabían estado muertas durante un periodo de tiempo, han sidofelizmente reanimadas. Lo que nos cuentan sobre lo que experimentarondurante ese lapso de tiempo en el que el cerebro estaba técnicamentemuerto, es de enormetrascendencia para la ciencia.Nos brindan una oportunidad única de comprender el proceso humano dela muerte. Los más escépticos y cínicos en esta cuestiónargumentan que no existe constancia de vida después de la muerte, yaque los sujetos que experimentaron una ECM no llegaron realmente amorir, en este sentido, biológicamente. ¿Hay algún estudiocientífico que diferencia la muerte clínica de la muerte biológica?Evidentemente, la muerte clínica es un proceso que puede serrevertido, es decir, el individuo no llega realmente a morir, porque después es reanimado. Sin embargo, la muerte biológica es un estadoirreversible que representa el final absoluto de la vida física humana.Pero, la cuestión es la siguiente: Si durante MUERTE CLÍNICA estáprobado que la consciencia sigue viva y activa indefinidamente, en unestado en el que TÉCNICA, OBJETIVA, CLÍNICA y CIENTÍFICAMENTE elcuerpo está muerto, ¿Por qué debemos pensar que la conscienciacesa definitivamente durante la MUERTE BIOLÓGICA? Repito, ¿Nodebería darse como condición sine qua nonque la conciencia dejasede existir en la MUERTE CLÍNICA? ¿Qué hace de diferente una cosade la otra? El asunto está claro: Si la consciencia persiste durantela muerte clínica, sería razonable pensar que también persistiesedurante la muerte biológica. ¿Qué prueba científica existe parafalsar esta hipótesis? Ninguna. Hasta la fecha no hay ningúnestudio que relacione la actividad celular con las ECMs. Igualmente,tampoco hay un estudio científico que relacione la existencia dealgún tipo de actividad metabólica residual cerebral con las ECMs.Viene a colación estosdos comentarios porque se sabe que aunque el cerebro pueda estarmuerto clínicamente, puede existir algún tipo de actividadmetabólica neuronal residual o actividad celular.

Las ECM son completamenteajenas a cualquier componente cultural, demográfico, mitológico,folclórico o del imaginario colectivo (elfos, duendes, gnomos,dragones, hadas, Papa Noel, Mickey Mouse, etc.). Además, las personas que están en muerte clínica, por norma general, visualizan en el otro mundo personas que ya había muerto y no a personas que siguen con vida. Si fuese una alucinación, paranoia o delirio autoalimentado, lo razonable sería que los sujetos que experimentas ECMs visualizasen al menos en un 30-40 % a personas vivas. Sin embargo, eso no se produce. En practicamente todas las ECMs los testigos se reencuentran con personas realmente muertas. Igualmente, se sabe que entre el 15-20% de los casos de parada cardiaca se reporta el fenómeno de la ECM. Si fuese un truco bioquímico del cerebro por agonía, al menos un 70-80 % de los casos debería reportarse la ECM. Por lo tanto, no hay ningúnrasgo característico en las ECM que haga deducir que sean algúntipo alucinación, delirio, imaginación o ensoñación lúcida.

Para entender las ECM debemosenfocarlo desde un contexto multidisciplinar. Para ello debemos teneren cuenta que existe un marco teórico interdisciplinar mucho másamplio a la hora de plantear y aceptar la hipótesis de lainmortalidad: tanatología (experiencias cercanas a la muerte,experiencias de muerte compartidas, premoniciones de la muerteverídicas, visiones en el lecho de muerte de los moribundos, contactosdespués de la muerte con difuntos, etc.) parapsicología (psicofonías,teleplastia, mediumnidad, fenómenos poltergaist, raps, aparicionesespectrales, psicoimágenes, viajes astrales, el fenómenos de la TranscomunicaciónInstrumental, etc.), física cuántica (teoría del biocentrismo deRobert Lanza, Teoría de Supercuerdas y multiversos de Hugh Everet III, Teoría de que el cerebro es unholograma que interpreta un Universo Holográfico de David Bohm y Karl Pribram), psicologíatranspersonal, neuroteología, neurología cuántica (TeoríaCuántica de la Consciencia de Sir Roger Penrose y Stuart Hameroff),sindonología (Sábana Santa de Turín), etc. Todas esas disciplinasjuntas tienen mucho que aportar sobre la eterna y más primordialcuestión de la condición humana: ¿Qué nos espera realmente almorir? 

FUENTES CONSULTADAS

El caso de las zapatillas deportivas

VV..AA.: ¿Vida después de la muerte? Editorial Kairós Barcelona 1992

El caso del Dr. George Rodonaia 

http://haymasvida.blogspot.com.es/

El caso del hombre que visualizó en su EEC su acta de defunción en el pasillo de un hospital

http://forosdelavirgen.org/90575/segunda-oportunidad-150316/

El caso de Pam Reynolds

“OneDoctor’s FascinatingAccount of Near-Death Experiences»de Michael Sabom

El Caso de Jose Tiralosi

«Resurrecciones: La ciencia que está borrando la frontera entre la vida y la muerte» de Sam Parnia

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